La hipertensión, también conocida como tensión
arterial alta o elevada, es un trastorno en que los vasos sanguíneos tienen una
tensión persistentemente alta. Los vasos sanguíneos llevan la sangre desde el
corazón a todas las partes del cuerpo. Cada vez que el corazón late, bombea
sangre a los vasos. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre
contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanta
más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
La tensión arterial normal en adultos es de 120
mmHg cuando el corazón late (tensión sistólica) y de 80 mmHg cuando el
corazón se relaja (tensión diastólica). Cuando la tensión sistólica es igual o
superior a 140 mmHg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mmHg,
la tensión arterial se considera alta o elevada.
CAUSAS.
La hipertensión arterial (tensión alta, presión arterial
alta) puede deberse a numerosas causas. Cuando no es posible
determinar el origen directo de la hipertensión, lo cual ocurre en la mayoría
de los casos, hablamos de hipertensión primaria esencial o
idiopática. En su aparición están involucrados presumiblemente varios factores
como los siguientes:
Existen varios indicios que apuntan a
que los factores hereditarios (genéticos) desempeñan un papel entre las causas
desencadenantes de la hipertensión arterial. En los niños el riesgo de
desarrollar hipertensión es entre dos y tres veces más elevado cuando uno, o
ambos progenitores, padecen hipertensión arterial.
Los estudios con gemelos también
permiten inferir que la aparición de la hipertensión arterial tiene un
componente hereditario.
En raros casos, cabe atribuir la
presión arterial elevada a un determinado daño en un gen.
Consumo de sal
Entre las posibles
causas de la hipertensión arterial se encuentra el consumo excesivo
de sal de mesa. Aproximadamente, en uno de cada tres casos de hipertensión, los
valores aumentan tan pronto como los pacientes ingieren un exceso de sal,
mientras que su eliminación de la dieta obra un descenso considerable de la presión arterial. Por
tanto, la presión arterial de estos individuos es sensible al consumo de sal.
Edad y raza.
La edad es otro factor, por desgracia no
modificable, que va a influir sobre las cifras de presión arterial, de manera
que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o mínima
aumentan con los años y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos
a medida que aumenta la edad. En cuanto a la raza, los individuos de raza negra
tienen el doble de posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza
blanca, además de tener un peor pronóstico.
Sobrepeso
Los individuos con sobrepeso están más
expuestos a tener más alta la presión arterial que un individuo con peso
normal. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es
mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de
la hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es
entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal.
SÍNTOMAS.
La hipertensión generalmente no causa síntomas y
por ese motivo a menudo se le denomina "el asesino silencioso". Las
personas que tienen una alta presión arterial generalmente no lo saben hasta
que se la toman.
A veces, las personas con una marcadamente elevada
presión arterial pueden experimentar:
§ Dolores de cabeza
§ Mareos
§ Visión borrosa
§ Náuseas y vómitos
§ Dolores en el pecho y dificultad para
respirar
COMPLICACIONES
Arteriosclerosis
Enfermedad Renal
Accidente Cerebrovascular
Infarto Agudo de Miocardio
Cardiopatia Hipertensiva.